Según publicó El País, sus creadores comentaron que se trata de un juego que se lanzó haci casi 20 años, al principio, como un recurdo para combatir la ansiedad debido a que gira a gran velocidad sobre sí y supuestamente puede usarse como herramienta terapéutica que ayuda a liberar energía en niños hiperactivos.
Se trata de una pieza de plástico en forma de trébol que, gracias a un rodamiento en el centro y contrapesos en los extremos, gira durante varios minutos. Y, aunque pueda parecer algo novedoso, lleva existiendo desde los años noventa.
Lo más curioso es que, realmente, no se trata de un juguete. De hecho, una niña de 10 años tuvo que acudir a urgencias al asfixiarse jugando con él, lo que puede indicar que quizá no sea recomendable para niños de corta edad al contener piezas pequeñas.
Existen numerosos modelos, con distintas formas y materiales, pero hemos querido centrarnos en el más común de todos que es el que tiene forma de trébol y está fabricado en plástico.
Docentes de diferentes escuelas de Estados Unidos han manifestado que el juego se ha salido de control, pues a pesar de que está prohibido en las escuelas, muchos estudiantes ingresan a los planteles, pues son fácil de esconder.
Argumentan que en lugar de ayudar a la concentración, se está convirtiendo en una distracción para los jóvenes.
Beneficios
La creadora del spinner es la ingeniera Catherine Hettinger, que lo inventó a principios de los 90 con el objetivo de entretener a su hija.
Y de acuerdo a ese antecedente, hoy suele afirmarse que este juguete es una herramienta capaz de mejorar la concentración: hasta se lo recomienda para los niños que sufren Síndrome de Déficit de Atención.
Algunos trucos que normalmente se pueden realizar van desde pasárselo de una mano a otra sin que deje de girar o mantenerlo en equilibrio sobre un solo dedo.
También hacerlo girar sobre otro spinner, o encima de la nariz, piruetas que provocan que este juguete cumpla una función distendida y relajante desde el punto de vista sensaorial.
El precio de este objeto varía entre los ocho y 400 dólares, dependiendo de su confección y materiales.
La "fiebre del spinner", como todo nuevo surgimiento también tiene firmes detractores. Los especialistas aseguran que, aunque los beneficios de este juguete contra el estrés y la ansiedad pueden ser reales, no superan a los que puede generar una actividad física o recreativa.
También, hay quienes piensan que, de pasar mucho tiempo jugando, no beneficiaría a la concentración sino que provocaría el efecto contrario. ¿Tú qué opinas? Hospédate en Hotel Rosa Barroco.
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